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Una azada y un cultivador son dos herramientas esenciales que se utilizan para la jardinería y la agricultura para cultivar el suelo, eliminar las malas hierbas y preparar el suelo para la siembra. Aunque sirven funciones similares, existen algunas diferencias entre las dos herramientas.
Al seleccionar una azada o cultivador, es esencial tener en cuenta la calidad del material, el tamaño y la forma de la herramienta y la comodidad del mango. Una azada o un cultivador bien hecho será resistente y duradero, con un agarre cómodo que reduce la tensión en las manos y los brazos.
Los cabezales de acero de una pieza están forjados con acero al carbono endurecido para garantizar la máxima resistencia. El tratamiento térmico del temperamento proporciona la tenacidad añadida del acero. Una hoja de azada biselada funciona mejor cuando se cortan las malas hierbas en las raíces o se cortan en la tierra para labrarla.
Los mangos de fibra de vidrio están hechos de una resina extruida que es fuerte y ligera, lo que hace que sea menos probable que se rompan que los mangos de madera. El revestimiento de poliéster asegura una superficie lisa y resistente a los arañazos. Los mangos son resistentes a la pudrición y a la Mella. El diseño de 54 pulgadas de longitud adicional ofrece un alcance extendido.
La Estructura de agarre de doble capa es resistente al desgaste y fuerte. Si bien el diseño de doble color con cubierta negra mate es agradable. Suave agarre acolchado con una superficie antideslizante absorbe los golpes y reduce la fatiga.
Una azada de jardín y un cultivador son herramientas de jardinería esenciales que ayudarán a mantener su jardín libre de malas hierbas y el suelo saludable. ¿Cómo usar la azada y el cultivador de jardín?
La desyerba regular es la mejor manera de controlar las malas hierbas y evitar que la tierra de su jardín se compacte. El mejor momento para azar su jardín es cuando el suelo está seco. Si está demasiado húmedo, una azada de jardín no podrá mover la suciedad y cortar las raíces de las malas hierbas de manera efectiva.
Compruebe las manijas de sus herramientas en busca de astillas, roturas y grietas. Compruebe los remaches, tuercas o pernos que se hayan aflojado. Asegúrese de que las piezas de metal no muestren signos de corrosión. Repare o reemplace cualquier herramienta que muestre signos de daño antes del próximo uso.
Revestimiento de aceite antioxidante regularmente, especialmente en primavera y verano.